Crónicas de Islandia. Viaje a Islandia. Día 1.

Primer día en Islandia. 5 de abril 2017. Las emociones de ver este hermoso país aumentan cada vez más cuando nos subimos al avión.
Londres – Reikiavik. 3 horas y 20 minutos de camino.  Cuando nos subimos al avión ya pensamos en lo largas que se nos van a hacer las 3 horas de camino hacia la capital islandesa.

Nada más lejos de la realidad. El vuelo lo hicimos de noche y esperábamos poder ver las auroras boreales cuando sobrevoláramos Reikiavik. Bueno, pues esa noche el cielo no quiso regalarnos tal espectáculo y no pudimos contemplarlas.

Una vez aterrizado en Reikiavik lo siguiente era ir a por el coche de alquiler para dirigirnos al hostel de Reikiavik.
Tened en cuenta que, varias de las agencias de alquiler de coches que operan en Reikiavik NO tienen base en el mismo aeropuerto, con lo cual tendréis que concertar un horario para que vengan a recogeros al aeropuerto o llamarlos cuando estéis allí. Eso último fue lo que hicimos.

Recogidos en el aeropuerto y listos para coger el coche nos encontramos con una sorpresa inesperada… ¡¡La compañía de coches no acepta tarjetas de débito para coger el depósito del coche!! 
Esto nos hizo ir al aeropuerto a sacar dinero del cajero, concretamente 68.000 coronas islandesas (aproximadamente unas 500 libras) y dárselas en mano a la compañía en señal de fianza por lo que pudiera pasarle al coche (con la comisión que trae hacer el cambio de divisa en el aeropuerto).

Decidimos alquilar un Dacia Logan por lo espacioso que era. También estuvimos mirando los sitios que íbamos a ir y si necesitábamos un 4×4. Pero viendo que a “ninguno” de los lugares que íbamos a ir necesitamos un 4×4 decidimos ir a por un coche normal. Pongo entre comillas “ninguno” porque nos encontramos una sorpresa en nuestra subida a Háifoss, la cual contaremos más adelante.

Después de casa 2 horas para poder tener el coche listo, partimos a las 02:00 de la mañana hacia Reikiavik, donde pensábamos hacer noche en uno de los hostels de “Hosteling internacional”. Los cuales desde aquí recomiendo. Son baratos y con buena calidad.

Despertamos de Reikiavik y nos encontramos con esta estampa… ¡¡Estaba nevando!!

¡Nos despertamos nevando!

Al llegar a Reikiavic, aunque llegamos de noche, no pudimos apreciar prácticamente nada de nieve. Eso si, ¡Estaba nevando fuerte esa mañana!

Nuestro primero destino era Jökulsárlón. Teníamos pensado ir al punto más lejano e ir volviendo poco a poco hacia Reikiavik, para el último día estar cerca del aeropuerto y no tener que conducir mucho el último día.

Nada más salir de Reikiavik nos encontramos con todo nevado, una estampa que no esperábamos. Sabíamos que podía nevar, pero no encontrarnos todo el camino nevado hasta el lago glaciar.


Miraras por donde miraras solo veías nieve. Snow everywhere!

Imaginaos 5 horas de viaje por estas carreteras. Al principio la carretera estaba limpia de nieve. Las dos primeras horas de trayecto era fácil de llevar. Ahora, tuvimos aproximadamente unas casi 2 horas de trayecto con nieve en la carreta. Algunos tramos en los que ni se veía la carretera.

Así se nos presentaba la carretera después de estar conduciendo unas dos horas desde Reikiavik.


Tuvimos un tramo de 1 hora y media de travesía sobre nieve. No se veía carretera.

Justo antes de llegar a Jökulsárlón, hacemos una parada para ver un glaciar que veíamos desde el coche. Es imposible no parar de camino… Nos desviamos 5 minutos hacia una carretera que salía a la izquierda y observamos el glaciar que mostraba en frente nuestro. Unos chicos muy amablemente nos dijeron que si nos adentrábamos unos 10 minutos hacia adelante, tendríamos el glaciar mucho más cerca. Eso si, la carretera estaba con muchísimos baches y decidimos parar a medio camino. Desde aquí, contemplamos el precioso glaciar.

Vistas que nos regalaba el glaciar

¡POR FIN LLEGAMOS A Jökulsárlón!

La primera sensación que se te pasa por la cabeza al ver tal maravilla de la naturaleza es… ¿Estoy soñando? O es realmente cierto lo que tengo delante…
Puedo decir que he visto millones de fotos de este lugar, pero verlo en persona es infinitamente más gratificante que todas las fotos juntas que se puedan ver.


Es simplemente una sensación indescriptible es estar delante de esta maravilla de la naturaleza. El ver cómo los icebergs posan al lado de la orilla del lago. El oír cómo se rompen y caen al agua. La tranquilidad que se respira en el lugar si vas a primera hora de la mañana o a última. Es algo que todo el mundo debería ver aunque fuera una vez en la vida.
A su vez, el entorno que rodea a esta maravilla no es menos. Rodeado de montañas completamente nevadas justo detrás de la laguna. Mires por donde mires lo único que encuentras es MAGIA.


Si tuviera que definir con una palabra lo que vi, lo describiría como “el momento más excitante de toda mi vida a la hora de viajar por diferentes países” Ningún lugar de los que he estado y por los que he viajado me ha dejado tanta sensación de bienestar que ese lugar. ¡Creo que el presenciar tal belleza me dejó tan fascinado que, por unos momentos, era el hombre más feliz del mundo!
Bueno, ya sé que no es una palabra para definirlo. Pero, ¿Quién podría definir semejante belleza con una sola palabra?

Un consejo que os doy al ir a este precioso lugar. Intentad ir o al amanecer o al atardecer. Es cuando menos gente suele haber. Sobre todo en el amanecer. No encuentras a casi nadie ni en la playa ni en la laguna y se disfruta mucho más. El tener el lugar solo casi para ti es increíble.
Si vais sobre mitad del día o por la tarde el lugar estará LLENO de gente.

Decir que tienes dos lugares diferentes. Justo al pasar el puente, tienes un camino a la derecha y otro a la izquierda. El de la derecha te lleva a la playa llamada “Diamond Beach” y el de la izquierda te lleva el lago glaciar.
Diamond Beach es la playa que tiene marea, con lo cual ten cuidado al acercarte a los trozos de hielo que están cerca del mar porque el agua puede engullirte sin que te des cuenta.

Icebergs en la orilla

¡Aquí es cuando me di cuenta de la suciedad que tenía el sensor de mi cámara! Podéis ver las manchas negras que hay en el cielo. Son motas de polvo en en sensor.


Icebergs de todos los tamaños. ¡Hay algunos enormes!

Panorámica de una de las partes altas

Si sigues hacia adelante tienes una especie de promontorio por el cual puedes subir. Si subes tendrás una vista panorámica del lugar. Ten en cuenta que está el lago está rodeado de montañas y subir merece la pena. No tardas más de 1 minuto en subir y el paisaje que se te mostrará será espectacular.

Vista desde arriba

Una vez visto la laguna, pasamos a intentar hacer atardecer en la playa que está al lado. Cogemos cámara, trípode y todo lo necesario y nos acercamos.
Aunque llegamos al lugar sobre las 6 de la tarde, sabíamos que íbamos a volver al día siguiente por la mañana, con lo cual nos lo tomamos con calma.
Estaba completamente nublado y poco podíamos hacer. De todas formas no era un viaje fotográfico, sino un viaje para disfrutar de las bellezas que nos ofrecía Islandia. Así que yo también me lo tomé con calma. Sobre todo sabiendo que este Agosto volveré para quedarme otros 11 días.

Cientos de trozos de hielo como este se posan por todo el suelo de la playa

Como buen fotógrafo, intenté entrar un poco hacia el mar para intentar captar una mejor foto del lugar. Eso si, no iba con el equipo adecuado y sabía lo que podía pasar si me metía demasiado adentro del mar. Que acabaría con agua dentro de las botas. Y nada más lejos de la realidad. ¡¡Me calé hasta los huesos!!

Aunque iba equipado con botas de alta montaña Gore-Tex y pantalones impermeables, cuando el agua dice de llevarte para adelante y te llega por las rodillas, acabas calándote lleves lo que lleves (a no ser que lleves unas botas de agua muy altas o un vadeador). No era mi caso, con lo cual, acabé calado pero con una bonita experiencia. No muy agradable para mis pies, sin embargo si para mí.

Aquí podéis ver la imagen que me hizo calarme. El cielo no acompañaba demasiado, ya que estaba completamente nublado, pero fue una bonita experiencia para lo que nos esperaba al día siguiente.

Panorámica desde el pequeño promontorio.

Foto culpable de que me calara los pies

Sony A7R II + Canon 17-40

Portafiltros LucrOit + Filtro LucrOit HQ degradado 0.9

Si quieres ver lo que nos deparó el siguiente día, ¡Estate atento y suscríbete al blog para poder recibir las siguientes entradas que publiquemos! La siguiente será el 2º día en Islandia. ¡Promete!

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